Las verdaderas causas por las cuales la obra de la semipeatonal quedó suspendida y fue retomada por la Intendencia con personal y maquinaria propios, quedarían en claro tras conocerse el quiebre de Ingeniería Pacífico, empresa a la que se consideraba un ejemplo en el país. El gobierno le había otorgado beneficios especiales en el IVA e IRAE.
El pedido de informes que el edil Andrés Juri envió a la Intendencia y del que espera respuestas, asume particular interés en razón de las novedades emergentes de la quiebra de Ingeniería Pacífico, la empresa que dejó a medias la construcción de la obra y que nadie terminó de entender.
Pacífico se presentó a concurso de acreedores al sostener que su pasivo supera la totalidad de su patrimonio.
La empresa contaba con 300 empleados según su sitio web y en octubre del año pasado había obtenido del gobierno, una promoción en razón de un proyecto de inversión que la empresa había presentado para adquirir maquinaria, instalaciones y mejoras en nuevas oficinas. Se le había exonerado de derechos, tasas consulares, impuesto a las importaciones, tributos, un crédito al valor agregado por casi tres millones de Unidades Indexadas, y la exoneración del pago del Impuesto a la Renta por casi un millón y medio de Unidades Indexadas, de acuerdo a la resolución del Ministerio de Economía y Finanzas Nº 4698. Durante el llamado a sala en el que comparecieron el Intendente Bascou y funcionarios jerárquicos, no se informó de las razones que habrían estado detrás de lo que se considera un abandono de obras. La explicación dada en aquel momento, fue que se hizo de común acuerdo.
Al no estar claro cuál fue el verdadero costo final de las obras, todo parece volver al comienzo, ahora con un nuevo costado a analizar.